Estudio “Connected Families” de 2022 de McAfee

¿Cómo se conectan y protegen los padres e hijos en línea? Hablamos con miles de ellos en todo el mundo para averiguarlo.

En diciembre de 2021, realizamos un estudio sobre las creencias y los comportamientos sobre la vida en línea entre miembros de familias conectadas, tanto como individuos y como unidad familiar. Padres e hijos fueron encuestados juntos; los padres respondieron primero y luego trajeron a sus hijos para que dieran su consentimiento y respondieran, lo que permitió obtener resultados que representan a familias conectadas de diez países diferentes.

Mediante este estudio, descubrimos creencias universales sobre la protección en línea, junto con varios matices, que indican varias tensiones entre padres e hijos cuando se trata de mantenerse seguros mientras disfrutan de la vida en Internet.

En este estudio se presentaron cuatro temas generales, y cada uno de ellos a su vez presenta varias conclusiones posteriores. En este blog examinaremos cada uno de los temas y nos referiremos a algunas de las conclusiones de cada uno de ellos, seguidas de un vínculo en el que se puede descargar el informe completo con todas las conclusiones y tendencias.

Primer tema: Madurez móvil

Mientras nuestros preadolescentes y adolescentes parecen convertirse en adultos ante nuestros ojos, sus vidas en línea también maduran hacia la edad adulta, gracias en gran parte a sus dispositivos móviles.

Nuestro estudio ha revelado que los jóvenes de entre 15 y 16 años ven cómo se dispara su uso del celular, hasta el punto de acercarse a los niveles que mantendrán en la edad adulta. Sin embargo, sus vidas conectadas comienzan mucho antes, con los celulares inteligentes y los dispositivos móviles a la cabeza de su presencia en línea. El resultado es que la mayoría de los preadolescentes y adolescentes tienen hoy en día acceso al vasto Internet en la palma de su mano, lo que los expone a un Internet incluso más amplio lleno de aplicaciones, chats, entretenimiento y redes sociales, junto con los beneficios y riesgos casi de inmediato.

En cuanto a los riesgos, los preadolescentes y adolescentes informaron sobre su experiencia con el ciberacoso, el robo de cuentas y el uso no autorizado de sus datos personales. En este caso, parece que varios de los hijos estuvieron expuestos a estos riesgos a una edad temprana.

Si bien estas experiencias comienzan pronto con los jóvenes de 10 a 14 años, la exposición a los riesgos en línea no hace más que aumentar a medida que los adolescentes crecen. Entre los 17 y los 18 años, las denuncias de ciberacoso aumentan al 18 %, el intento de robo de una cuenta en línea al 16 % y el uso no autorizado de datos personales al 14 %.

Segundo tema: Los padres como guardianes

En lo que respecta a la vida en línea, los hijos buscan que sus padres los mantengan a salvo. Aunque los padres aceptan ese papel, nuestro estudio reveló que parecen tener dificultades para cumplirlo.

Los hijos dicen que sus padres son los más aptos  para enseñarles a estar seguros en Internet, lo que los convierte en los claros ganadores en todas las categorías. Casi tres cuartas partes de los hijos señalaron a sus padres para esta tarea, casi dos veces más que a los maestros en la escuela (39 %) y más de dos veces que a los recursos en línea (34 %).

Si analizamos los motivos de esta respuesta con más detalle, el 63 % de los preadolescentes y adolescentes de todo el mundo considera que sus padres saben lo suficiente para proteger su seguridad y privacidad. Esta cifra fue más alta para los niños más pequeños (65 %) y luego disminuyó al llegar a la adolescencia (55 %). Como se ha señalado anteriormente, un número cada vez mayor de hijos al final de la adolescencia ha experimentado los riesgos en línea en este momento, lo que tal vez los lleva a confiar menos en que sus padres tienen realmente los conocimientos necesarios para mantenerlos seguros.

Los padres reconocen su papel de protectores en línea, de la misma manera en que reconocen su responsabilidad de proteger a sus hijos en el mundo en general. Un abrumador 90 % de los padres de todo el mundo está de acuerdo con este detalle. Al igual que sus hijos, los padres consideran que los maestros en la escuela también desempeñan un papel importante, con un 36 %. Sin embargo, la segunda respuesta más alta fue la de los proveedores de Internet, con un 41 %.

Sin embargo, aunque los padres dicen que se consideran protectores, hay una brecha entre la intención y el esfuerzo. En cuanto a las computadoras de escritorio y portátiles, los padres informaron de las medidas de protección en línea que toman para sí mismos, que parecen relativamente bajas dada la disponibilidad y la facilidad de uso de dichas medidas. Estas incluyen la instalación de un software antivirus (68 %), la protección de la computadora con una contraseña (58 %) y el uso de tiendas en línea de buena reputación cuando compran (50 %).

Estas cifras disminuyen aún más cuando se les pregunta si toman precauciones similares para sus hijos. Así, mientras los padres se protegen a sí mismos a una tasa baja, la tasa es aún menor con respecto a la protección que les brindan a sus hijos.

Además, en lo que respecta a la protección en los celulares inteligentes, las cifras fueron igualmente bajas y, a menudo, más bajas que la tasa de protección en las computadoras y portátiles. Por ejemplo, mientras que el 56 % de los padres afirma proteger su propio celular con una contraseña o un código de acceso, solo el 42 % dice hacer lo mismo con el de sus hijos, lo que refleja una diferencia del 14 %.

Tercer tema: La vida secreta de los preadolescentes y los adolescentes en línea 

No es ningún secreto que los adolescentes y preadolescentes pueden ocultar sus actividades en Internet. De hecho, lo han mencionado.

Nuestra investigación reveló que más de la mitad de los hijos (59 %) toman alguna medida para ocultar lo que hacen en Internet. Cuando se les pidió detalles, los preadolescentes y los adolescentes mencionaron que hacen lo siguiente:

  • Borrar el historial del navegador, 26 %.
  • Cerrar o minimizar el navegador al entrar los padres, 21 %.
  • Ocultar o eliminar mensajes instantáneos o videos, 15 %.
  • Navegar en modo incógnito, 15 %.
  • Mentir u omitir detalles sobre las actividades en línea, 15 %.
  • Utilizar un dispositivo que sus padres no revisan, 10 %.

A medida que los hijos crecen, estas actividades de mantenimiento de la privacidad no hacen más que aumentar, sobre todo cuando se trata de borrar el historial del navegador y utilizar el modo incógnito en este.

Asimismo, parece que no es ningún secreto que los hijos hablan en privado con personas que no conocen en Internet. A la pregunta de si creen que sus hijos mantienen conversaciones sin conocer la verdadera identidad de una persona, el 34 % de los padres respondió que sí. En cuanto a los hijos, el 37 % dijo que sí, lo que marca una diferencia del 3 % en el conocimiento entre padres e hijos.

Desglosado por rangos de edad, el 36 % de los hijos de 10 a 14 años dicen tener estas conversaciones, cifra que se eleva al 41 % entre los de 15 y 16 años. Más adelante, entre los 17 y los 18 años, esa cifra se reduce al 39 %.

Cuarto tema: Sesgo de protección por género

Los padres de nuestro estudio dijeron que toman medidas diferentes para los niños y las niñas cuando se trata de protegerlos en línea. Un aparente sesgo de género hace que las niñas estén más protegidas que los niños, aunque son estos los que se encuentran con más problemas en Internet.

El control de la seguridad de los hijos en Internet adopta muchas formas, algunas de las cuales incluyen aplicaciones y software en los dispositivos de los hijos, mientras que otras requieren que los padres adopten una actitud más activa.

En cuanto a la seguridad en los dispositivos, el software de control parental ofrece un método para supervisar la actividad en línea, con funciones que vigilan la actividad de los hijos, limitan su tiempo frente a la pantalla y bloquean y filtran determinadas aplicaciones y sitios web.

El software de control parental parece seguir siendo una opción popular. En las computadoras de escritorio y portátiles, el 33 % de los padres declararon utilizarlo. En los dispositivos móviles, la cifra se mantuvo también en un 33 %.

Además, los padres afirmaron que confiaban en otros enfoques para ayudar a mantener seguros a sus hijos, citando otras formas de supervisar el tiempo que pasan sus hijos en Internet. Por ejemplo, en el caso de la supervisión de la actividad en el dispositivo móvil de sus hijos, los padres declararon hacer lo siguiente:

  • Limitar el momento del día o la duración del tiempo en que su hijo permanece frente a la pantalla, 59 %.
  • Comprobar los sitios web o las aplicaciones que su hijo visita o utiliza, 56 %.
  • Revisar los registros de llamadas o los mensajes de texto de un celular inteligente que su hijo utilice, 40 %.
  • Hacerse amigo de su hijo o seguirlo en las redes sociales, 35 %.
  • Rastrear la ubicación de su hijo a través de aplicaciones o programas de GPS, 30 %.

Sin embargo, teniendo en cuenta la edad y el género, surgen diferencias en el uso de los controles parentales. Las chicas en la preadolescencia y en los primeros años de la adolescencia están más protegidas por el software de control parental que los chicos.

Por ejemplo, las niñas de 10 a 14 años fueron más propensas que los niños de la misma edad a tener controles parentales en las computadoras portátiles en todos los países encuestados (excepto Canadá), y en los celulares en todos los países (excepto Alemania).

Esta tendencia se extiende a varios de los enfoques más prácticos, y las niñas los ven aplicados con más frecuencia que los niños. Por ejemplo, en Estados Unidos:

  • El 47 % de los padres afirmó que comprueba el historial de navegación y de correo electrónico de las computadoras de sus hijas de entre 10 y 14 años. En el caso de los chicos de la misma edad, esa cifra es muy inferior: un 33 %.
  • Las cifras de los dispositivos móviles también fueron similares, con un 48 % de controles indicados para las niñas y un 35 % para los niños.

Según los informes de los niños, son más propensos que las niñas a experimentar una serie de amenazas en línea con mayor frecuencia, con problemas que van desde el intento de robo de cuentas, la filtración de información financiera y el uso no autorizado de sus datos personales.

Mientras tanto, son las niñas las que adoptan las actividades en línea a un ritmo mucho más rápido que los niños, al menos en los celulares. Las niñas de 10 a 14 años tienden a escuchar música en Internet, a utilizar las redes sociales y a hacer compras en línea más que los niños de su edad.

En general, las niñas afirman que se benefician de la vida en línea antes que los niños y con relativamente menos problemas de seguridad. Mientras tanto, para los niños, esa ecuación se invierte:sus vidas en línea maduran más lentamente, pero se encuentran con problemas de seguridad más a menudo.

Otros hallazgos

Hemos visto lo jóvenes que son los niños cuando alcanzan la madurez, al menos en lo que respecta a su vida en línea.

A mediados de la adolescencia, utilizan computadoras, portátiles y celulares inteligentes a un ritmo que se mantendrá hasta la edad adulta. Con ello, ya están experimentando algunos de los riesgos y problemas que sufren los adultos, como intentos de robo de cuentas, uso indebido de datos y filtraciones de información financiera.

Estos son algunos de los muchos resultados y tendencias que se encuentran en nuestro informe completo sobre las familias conectadas. Otros revelan diferencias notorias entre los países, como los que denuncian niveles altísimos de ciberacoso o los países en los que casi el 100 % de los niños afirman utilizar un celular con regularidad. Otros hallazgos revelan información sobre el tiempo que pasan frente a la pantalla, el uso de videojuegos y un desglose de las principales actividades en línea para los adolescentes, así como muchas otras formas en que las familias crecen juntas a través de su vida digital.

Haz clic aquí para obtener una copia completa del informe.

Metodología de la encuesta

En diciembre de 2021, McAfee LLC realizó un estudio sobre creencias y comportamientos en torno a la participación digital y la protección en línea entre miembros de familias conectadas, tanto como individuos y como unidad familiar.

Encuesta global de padres e hijos, en la que los hijos responden junto a sus padres.

Los padres y los hijos fueron encuestados juntos, los padres respondieron primero y luego trajeron a sus hijos para que dieran su consentimiento y respondieran.

Estos hallazgos representan familias conectadas, no colecciones de individuos.

En el estudio participaron 15 500 padres de niños de entre 10 y 18 años en varios países, así como más de 12 000 de sus hijos.

La investigación fue realizada entre el 13 y el 29 de diciembre de 2021 por MSI-ACI a través de un cuestionario en línea a 15 500 padres y 12 057 niños de diez países.

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